Auditorías a ritmo ágil

Abstract

Antes de la ley Sarbanes-Oxley (SOX), los auditores internos podían ser menos visibles en una organización. Sin embargo, a partir de la vigencia de SOX en 2002, han tenido que pasar al frente, hacerse oír y proporcionar más información sobre las auditorías. Ahora, las expectativas de los reguladores, los ejecutivos, las juntas directivas y los comités de auditoría son altas. Las organizaciones quieren ir más allá del simple aseguramiento de que los controles sean eficaces. Aumentó el nivel de exigencia y ahora se espera que la auditoría interna sea más estratégica y tenga visión de futuro. Una encuesta global de directores de auditoría2 mostró que los grupos de auditoría interna con mayor impacto e influencia en sus organizaciones también tienden a ser los más innovadores. (Deloitte analizó la adecuación digital de las funciones de auditoría interna a partir de cinco dimensiones: visión y mapa de ruta, formas de trabajo, operaciones, modelo de servicios y compromiso de las partes interesadas). Asimismo, la encuesta de PwC de 20193 sobre la profesión de auditoría reveló que las organizaciones con mayor “adecuación digital” apoyan más a sus partes interesadas a la hora de asumir riesgos y tomar decisiones.